Hace varios años llegaron a nuestras manos obras como Yo maté a Sherezade. Confesiones de una mujer árabe furiosa de la libanesa Joumuna Hadda, La mujer que leía demasiado de Bahiyyih Nakhjavani, y las obras de las escritoras iraníes Leer Lolita en Teherán de Azar Nafisi y Persépolis de Marjane Satrapi. Estas obras , todas ellas autobiográficas, suponen una crítica y una denuncia al sometimiento de las mujeres en los regimenes islámicos.
Describen la realidad social de la mujer a través de novelas valientes, lúcidas y críticas rompiendo los estereotipos de la mujeres islámicas como sumisas y obedientes. Todas ellas conscientes de su condición de intelectuales y audaces para librarse de la censura y de sus consecuencias nefastas, abordan la situación a través del arma más poderoso y subversivo : la literatura y la lectura. Una mujer lectora ya de por sí es peligrosa y que lo utilice como arma defensiva puede llevarla a prisión, al exilio o a la muerte.
Azar Nafisi, consiguió publicar Leer Lolita en Teherán en 2003 ya en el exilio. Nacida en Teherán en 1955, proveniente de una familia culta, poderosa, muy involucrada con la política del país ella misma estudió en Suiza, Gran Bretaña y Estados Unidos. En los años 80 , ya profesora de Literatura Occidental en la Universidad de Teherán pronto es acosada, denunciada y censurada por ciertos alumnos y colegas afines al régimen.
Ya cesada de su cargo de profesora por el propio régimen, en 1995 monta un club de lectura clandestino en su casa todos los jueves con siete de sus mejores alumnas para leer literatura occidental : Nabokov, Austen, Fiztgerald, H. James ....autores totalmente prohibidos en Irán por occidentales. Este sueño y capricho como dice la autora de crear un espacio libre, individual , placentero , estrictamente personal, no sólo es un acto subversivo en Teherán , no sólo es un acto de desafío político al regimen sino y sobre todo es un acto existencial de lucha contra la represión y el autoritarismo.
De este acto de libertad nace la novela autobigráfica Leer a Lolita en Teherán la literatura como refugio y acto de resistencia a la guerra no declarada a las mujeres . En donde la ficción y la realidad se va entremezclando y las lecturas permiten dar respuesta a las dudas sobre su país, a su propia realidad como mujeres y seres sociales con novelas que ya explicaban otra realidad , perfectamente extrapolables a ese Teherán. En definitiva, donde la literatura no te explica tu realidad, te ayuda a entenderla.