En marzo de 2019 la editorial Nocturna publicó Un guiso de lentejas de la inglesa Mary Chomondelay, de esta escritora ya teníamos noticias con dos novelas La polilla y la herrumbre y Un inconveniente, ambas publicadas en la editorial Periférica.
En este mes de marzo, no podíamos dejar de recomendaros esta delicada novela en donde percibimos a una escritora moderna de finales del siglo XIX, tanto en sus ideas como en su exposición narrativa de las mismas.
Mary Chomendalay a través de los dos personajes femeninos de esta novela se hace preguntas sobre la posición de la mujer en la sociedad victoriana, y sobre todo de las dificultades de las mujeres a la hora acceder al arte y a la literatura como creadoras. Antes de aparecer el concepto de feminismo, ella ya participaba en el pionero movimiento inglés New Woman, aquellas mujeres querían emanciparse, y romper con el encorsetamiento victoriano. Quizás, sólo desde la sátira , se podían enfrentar al mundo como queda reflejado en los personajes masculinos de esta novela.
Con esta novela Mary Chomondeley se enfrentó a críticas feroces en la época posvictoriana pues planteaba cuestiones reales de mujeres que querían salir del entorno social y familiar que les había tocado vivir.
Hester lo intentaba a través de la escritura y Rachel sólo quería casarse por amor y formar una familia, si a través del humor se representa el modelo masculino , los personajes femeninos son el verso y el reverso de la autora . La lucha de ambas mujeres es el componente clave de la novela: perseguir y conquistar sus sueños o renunciar a esos ideales marcados por la sociedad y no por ellas mismas . Mary lo consiguió , aclamada años después por Virginia Woolf y amiga de Henry James consigue con su literatura vanguardista tener un puesto en nuestra sociedad literaria.
Mary Chomomdeley recoge el testigo de autoras del siglo XIX,como las Bronte, Jane Austen, E. Gaskell o GeorgeElliot, en donde las autoras son conscientes de su condición de mujeres y trasladan a su producción literaria esa diferencia haciéndole partícipe al lector y por lo tanto aunando dos caminos nuevos: la aportación femenina a la narrativa y el desarrollo de un pensamiento y una construcción cultural distinta al marcado . Esta representación de la diferencia culminará con la obra literaria de Virginia Woolf ya entrado el siglo XX.